Hoy más que nunca vivimos en un ambiente competitivo y cambiante en donde las organizaciones que destacan son aquellas que conocen. comprenden y cuidan los riesgos asociados a su entorno y procesos internos.
Esta situación impulsa a las organizaciones a determinar niveles aceptables de exposición al riesgo, implementando controles apropiados y monitoreando la efectividad de los mismos, con la finalidad de agregar valor a la organización y a los accionistas, aumentando ingresos, reduciendo costos y gastos, así como consiguiendo mayor rendimiento de los activos.
Es por ello que la gestión de riesgos se convierte en una herramienta fundamental para generar confianza en los accionistas y stakeholders, logrando una mayor eficacia en sus operaciones y alineándolas a los objetivos y planes estratégicos de la empresa.
